Incapacidad por depresión o distimia (Video)

Incapacidad por depresión o distimia (Video)

Incapacidad permanente por depresión recurrente o Distimia

La depresión recurrente o Distimia es una de las muchas patologías mentales que dan lugar a  pensión de incapacidad permanente. La Distimia es una forma de depresión recurrente y continua que habitualmente es crónica. Son síntomas habituales de la Distimia la perdida de interés por actividades normales de nuestra vida diaria, pérdida de esperanza por conseguir metas, poca productividad en el trabajo o en nuestra vida cotidiana y una sensación de ineptitud. Estas sensaciones suelen durar años y afectan a las relaciones afectivas, conyugales, sociales y laborales. Incluso si se padece Distimia en edad escolar, puede afectar al rendimiento académico.

Además, la Distimia (depresión recurrente) provoca un estado de pesimismo crónico, y a pesar de que no reviste la gravedad de la depresión mayor, podemos sufrirla en grados muy severos.

¿Qué grado de incapacidad provoca?

El trastorno depresivo recurrente (Distimia) puede conllevar la concesión de incapacidad por depresión recurrente en grado total o absoluto. No obstante, siempre se deberá analizar la documentación médica para poder tener certeza sobre el grado de incapacidad a solicitar

Incapacidad permanente total

La depresión recurrente es una de las enfermedades más comunes que provocan incapacidad para trabajar.  Así, habrá que valorar qué grado de disminución de nuestra capacidad laboral provoca.  Si la depresión recurrente se sufre en grado leve o moderado, estaremos ante una incapacidad permanente en grado total que nos incapacitará para nuestra profesión habitual. De esta forma, si la Distimia que padecemos nos imposibilita tomar decisiones en el trabajo, relacionarnos con fluidez y mínima elocuencia con el resto de compañeros de nuestro trabajo, estaremos hablando de incapacidad permanente en grado total. Este grado de incapacidad, cuya pensión consiste en el 55% (menores de 55 años) o del 75% (55 o más años de edad) de la base reguladora, nos incapacitará para ejercer nuestra profesión habitual (la última ejercida), pero podremos desempeñar cualquier otra profesión que nuestra enfermedad nos posibilite.

Incapacidad permanente absoluta

En cambio, si los sucesivos informes médicos acreditan un trastorno depresivo recurrente grave, estaremos ante una incapacidad permanente en grado absoluto para toda profesión. Se deberán valorar las conclusiones médicas que tanto psicólogos como médicos psiquiatras incluyan en los sucesivos informes de seguimiento continuado. Conclusiones como “imposibilidad de relaciones sociales o interpersonales”, “dificultad para mantener conversación fluida”, “dificultades para concentrarse y tomar decisiones” o simplemente el diagnóstico de Distimia grave posibilitan la obtención de la incapacidad permanente absoluta. Y  este grado de incapacidad mantiene grandes diferencias con el grado “total”, dado que el grado absoluto  consiste en una pensión vitalicia (hasta llegar a la edad de jubilación), del 100% de la base reguladora. Y ello sin retención de IRPF, por lo que la pensión bruta, coincidirá con la neta.

¿Tengo derecho a incapacidad permanente por depresión?

Nuestro equipo jurídico y nuestros peritos médicos valoraran la posibilidad de incapacidad permanente analizando los informes médicos que posea el trabajador. En caso de ser necesarios más informes médicos se lo indicará el abogado asignado. Es necesario recordar que para obtener la incapacidad permanente no son necesarios un gran número de informes, sino informes de calidad. Sean de psicólogo clínico o de médico forense. Ambos profesionales son los idóneos para diagnosticar y tratar la Distimia o el trastorno depresivo recurrente.

¿Buscas un abogado especialista en ámbito laboral?

Estudiamos tu caso sin compromiso, con la garantía del Despacho nº 1 de Andalucía en despidos e incapacidades laborales

95 511 45 38